Míster Balón

Copérnico lo dijo primero, Galileo lo propagó: "La tierra es redonda, igual que un balón de fútbol".

Duras declaraciones las realizadas por Arjen Robben desde Munich para explicar su salida del club de Concha Espina. Duras declaraciones pero ¿serán verdad?. Veamos. En la primera etapa del presidente Florentino Pérez está claro que los fichajes eran hechos desde la dirección del club, ajena al área deportiva y técnica. Está claro que traer a los mejores del mundo agrada a cualquier entrenador, pero traer a un interior derecha como David Beckham cuando ya tienes a Luis Figo en esa demarcación es algo que casa más con la política de "los de las oficinas", como critica Robben, que con una planificación deportiva. Cuando se ficha a un balón de oro como Michael Owen para que caliente banquillo porque su plaza está ocupada por un tal Ronaldo y otro tal Raúl, es también una decisión de "los de las oficinas". Lo mismo que la decisión de prescindir de Makelele o de negarse a fichar defensas son decisiones de "los de las oficinas". O no fueron "los de las oficinas" quieren decidieron echar a Vicente del Bosque tras ganar la Liga y dos Champions, entre otros muchos trofeos. El holandés, ya ex jugador blanco, tiene toda la razón y es que parece que los viejos vicios vuelven a repetirse. Cuando se apuesta tan fuerte por el marketing lo que manda es el mercado y la política por encima de las razones deportivas. La vez anterior el proyecto cuajó en un principio pero se descalabró al final con tres temporadas horribles sin criterior alguno. Y es que el marketing no puede ser más importante que las razones deportivas que pueden llevar a un entrenador a jugar con unos y sentar en el banquillo a otros. Y en el Real Madrid actual ya hay muchos que parece que van a jugar por decreto y eso es muy peligroso para mantener la competitividad de la plantilla. Porque Cristiano Ronaldo es muy bueno, posiblemente el mejor del mundo, pero muy seguramente un gran Robben sentaría en el banquillo a cualquiera, llámese Cristiano, Messi o Kaká. Y eso es precisamente lo que no consentirán nunca "los de las oficinas".

2 comentarios:

No me parece que sea un comentario justo. Si Robben debía irse es porque era el único con el que se podía hacer algo de caja y, además, sus continuas lesiones hacían de él un jugador poco fiable. Es cierto que fue fundamental en la remontada de puntos al Barça el año pasado y que cuando estaba en el campo al equipo le cambiaba la cara. No obstante, al Madrid de hoy ya le cambia la cara con Ronaldo, que aporta la misma intensidad al ataque, si no más. Además, y esto ya es una pura cuestión técnica, en un Madrid sin bandas como el que quiere Pelegrini, ¿qué papel tendría Robben?

Está claro que tampoco un año después nadie puede sostener que las ventas de Robben por 25 millones (nombrado mejor jugador de la pasada Bundesliga) y de Sneijder por 15 (ganador de todo con el Inter y candidato a Balón de Oro) fueran unas ventas acertadas. Sus ventas costaron prácticamente lo que supuso la adquisición de Benzemá, que ni fue convocado para el Mundial.

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