Míster Balón

Copérnico lo dijo primero, Galileo lo propagó: "La tierra es redonda, igual que un balón de fútbol".



Una nueva polémica artificial en el mundo del fútbol. Enzo Zidane, el hijo mayor del mito del Real Madrid, resulta que juega también al fútbol y lo hace muy bien. El chico lleva desde que su padre llegó a Madrid jugando en las categorías inferiores del club blanco. Ahora el seleccionador de la Sub 16 se plantea convocarle para jugar un partido con España. En Francia se ha despertado la inquietud ¿Debería convocarle para jugar con los Bleus? Se siente francés Enzo. Se siente español. El chico nació en Burdeos, sus padres son franceses de primera generaciones y originarios sus padres de Argelia (Zizou) y de Almeria, España (Veronique). Es hijo de emigrantes que han hecho su vida en el país que les acogió, lo cual da a entender que Enzo podría entender que su país es España, puesto que es donde tiene sus amigos y donde ha crecido. Sin embargo, su padre Zinedine Zidane es un ídolo en su país por encima de Michel Platini. Zidane ha sido el capitán, el comandante de Francia, y muy raro resultaría ver a su hijo portando la camiseta de otro país. Hace años se produjo un caso similar con Jordi Cruyff, el hijo de Johan. Jordi, que nació además nació en Barcelona, se crió en can Barça. En aquella ocasión, el hijo del Dios del fútbol holandés eligió el país de origen de sus padres y renunció a defender los colores de España. No podía hacer ese feo a tantos millones de aficionados que habían admirado a su padre. No obstante, quizá esa sensibilidad con el país de los padres esté empezando a cambiar. El joven Thiago, una de las perlas del Barça B, es hijo de Mazinho (él otrora campeón del mundo con Brasil) y sin embargo ya juega con la selección española Sub 19 y es una de sus figuras. Está claro que sólo a Enzo le corresponde decidir dónde prefiere jugar. Sus motivos tendrá para cualquier decisión que tome.

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