La salida de Ruud Van Nistelrooy del equipo blanco, el mejor delantero del club tras Cristiano Ronaldo, parece haber sido aceptada con total aceptación por parte de la opinión pública, pero a mi no me ha gustado nada. Me resulta difícil de entender que el club haya dejado marcharse gratis a un veterano atacante de sus características que acababa de recuperarse de una lesión. Es cierto que Ruud es un delantero con poco recorrido ya. Su futuro se acaba en los próximos dos años, pero también es verdad que aún con su edad y sus lesiones hay pocos atacantes más fiables que él en el concierto internacional. Su bagaje goleador en las temporadas que ha jugado con el club blanco es demoledor y su calidad podía haber sido aprovechada todavía para desatascar determinados encuentros del máximo nivel. Hoy por hoy, los delanteros titulares son Cristiano e Higuaín, pero por lo que respecta al banquillo hasta la fecha el rutilante fichaje de Benzemá no ha demostrado ser el grandisimo jugador del que muchos hablaban. El francés tiene una gran calidad, pero para jugar de titular en el ataque del Madrid eso no basta. Hay que ser un matador, hay que tener presencia en los momentos importantes y hay que ser un ganador. Eso, hoy por hoy, no lo tiene Benzemá. Lo tiene Raúl más que el francés, y lo tiene Van Nistelrooy. Gran fichaje el del Hamburgo a coste cero. Mientras el Real abre la puerta al holandés, se quedan en el banquillo Drenthe, Metzelder, Gago... La salida de Ruud es la marcha de un delantero fiable.