Preciado debería llamar a Mourinho y preguntarle por qué se dejó ganar en el Camp Nou". Con estas palabras se ha despachado Walter Pandiani, delantero de Osasuna, después del 5-0 del Barça-Madrid. Está claro que muchos le tienen muchas ganas al Real Madrid y la dirección deportiva debería tomar nota de ella y saber por qué. El uruguayo también habló de las 'manitas' de Piqué y Abidal: "No tienen que enfadar a nadie del Madrid. Si estuviese en el campo, la verdad reaccionaria de otra manera intentando ayudar a mi equipo, no enfadarme porque me hicieran una manita, ya tenia que haber enfadado antes y haber metido todo lo que tenia que meter para que no me hicieran cinco goles".
Está claro que los ataques de soberbia de Mourinho sólo tienen cabida cuando el equipo gana, en caso contrario además de ridículo provocan la carcajada.
El bilbaino Gurpegui ha dicho que si él hace la falta de Sergio Ramos a Messi, le hubieran caído de 3 a 5 partidos en lugar de uno sólo como ha decidido el comité de competición.
Lo peor es la actitud de algunos como el director del diario Marca que debe creerse que todos los que leen su diario son tontos y sigue con sus planteamientos parciales y sectarios, como si esa fuera la única vía para mantener las ventas de su periódico. Está claro que mantener la ilusión es fundamental para las ventas pero eso no es excusa para emplear la demagogia barata de la que tanto abusa. Algún tipo de responsabilidad y objetividad debe quedar para la prensa deportiva. Lo que está claro es que la portada de Marca sobre estas líneas es un motivo más para el ridículo para este diario y su director.