El Real Madrid, de carambola y con mucha mucha suerte, acierta de pleno con el fichaje (cesión con opción a compra) del togolés Emanuel Adebayor, uno de los mejores delanteros de la Premier y del mundo. Quien firma estas líneas considera a Adebayor un delantero excepcional, un crack, con una enorme capacidad rematadora, con una calidad a considerar para su más de 1,90 de estatura y con una gran velocidad para jugar a la contra. En definitiva, Adebayor es lo que Benzemá quiere ser de mayor. No es un promesa, no es una posibilidad de futuro, no es un jugador con proyección. Es un pedazo de futbolista que aterriza en Madrid gracias a sus desavenencias con Mancini. O mucho me equivoco o el Real Madrid acabará ejecutando la opción de compra por el jugador africano a final de temporada. Lo dicho, al Madrid le ha tocado la Lotería de casualidad y mucha gente aún no lo sabe. La opción Van Nistelrooy era buena, muy buena (ya criticamos su marcha hace un año en este blog), pero la de Adebayor es la mejor por presente y futuro. Y lo demostrará.