Míster Balón

Copérnico lo dijo primero, Galileo lo propagó: "La tierra es redonda, igual que un balón de fútbol".


Agotado, el Real Madrid no puede seguir el ritmo imposible del Fútbol Club Barcelona en esta Liga 2010-11. El equipo está fundido después de iniciar la competición con un gran espíritu y un gran derroche físico. Ocurre que el técnico portugués ha hecho escaso uso de las rotaciones en la alineación durante estos meses y hoy por hoy el desgaste de la columna vertebral de este equipo es una evidencia notoria. Esta campaña recuerda a la de otro portugués al frente del equipo blanco, la temporada aciaga de Carlos Queiroz. El entrenados luso machacó a su once inicial hasta dejarlo sin aliento y una vez fundidos los jugadores se fueron desplomando uno detrás de otro hasta acabar la Liga arrastrándose y con partidos ridículos. Se parece esta situación a la de antes, sólo que en esta ocasión Mourinho tiene una plantilla de mucha más calidad y más completa. El problema es que no la usa como debiera, no le saca partido a sus 25 integrantes y sólo emplea a un grupo muy escaso. El caso más evidente es el de Di María, quien desde principios de enero viene pidiendo a gritos un descanso y cuyo nivel de juego ha bajado de forma alarmante. Mientras tanto, Pedro León calienta banquillo cuando no está en la grada, sin que nadie entienda muy bien a qué se debe semejante ostracismo para un futbolista que cuando ha estado en el campo ha cumplido a la perfección. Igual sucede con el caso de Xabi Alonso, enfermo contra el Osasuna al final tuvo que jugar media hora de la segunda parte porque aun con fiebre parece que Mourinho lo prefiere en el campo a cualquier otro jugador de la plantilla. La alternativa Lass-Kedhira ha vuelto a demostrar su fracaso en el centro del campo. Y mientras Granero esperando en el banquillo. Pero, mientras que algunos jugadores siguen marginados en el baúl de los recuerdos (León, Granero, Garay, Morata, Canales, etc) otros como Kaká desperdician oportunidades cada partido. El brasileño no está, no se parece ni a un primo malo. Entorpece y enreda más que otra cosa. Es completamente nulo en las acciones de ataque y se solapa con Ronaldo, con Benzemá, con Ozil, con Alonso, con todos. Hoy por hoy, el Madrid no está como lugar de pretemporada o de rodaje para estrellas estrelladas. Bien haría Mou en no sacarlo hasta que esté en condiciones de igualdad con el resto de la plantilla, porque en caso contrario corre peligro de ser señalado por la hinchada. Y tampoco pasa nada porque Ronaldo no juegue un partido, para descansar, si una plantilla multimillonaria no puede prescindir de un solo jugador para jugar contra uno de los equipos de la zona baja de la tabla, apaga y vámonos.

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