Míster Balón

Copérnico lo dijo primero, Galileo lo propagó: "La tierra es redonda, igual que un balón de fútbol".

Acabo de regresar de ver el Barça-Real Madrid que ha terminado hace diez minutos. El primer gran partido de la temporada. A primera vista y antes de que los diferentes medios de comunicación empiecen a hacer sus análisis voy a dar, a bote pronto, alguna de las valoraciones sobre el choque. En primer lugar, que ha sido un partido muy igualado, muy disputado, muy entretenido y muy reñido como hacía años que no ocurría. Si bien el Barça ha mostrado desde el primer momento sus armas, que son el toque, el rondo, el control de juego y el posicionamiento en el campo tanto en defensa (excelente Puyol) como en ataque, el Madrid no le ha perdido en ningún momento la cara al partido y de hecho las mejores ocasiones salvo el gol de Ibrahimovic han sido del conjunto merengue. Ronaldo, Marcelo y Benzemá han disfrutado de ocasiones para hacer perfectamente gol que al final se han quedado en nada. Podriamos decir que el Madrid ha ganado en uuuiiis y el Barcelona en goles. Habría que destacar, aunque suene tópico, que el árbitro a pitado más del lado de los azulgrana, sobre todo en las reiteradas faltas de la primera parte que no ha sancionado antes a Busquets, Keita e incluso Iniesta. Ese ha sido el "pero" a poner al colegiado que, sin embargo, ha cargado pronto de tarjetas a la defensa blanca. En definitiva, los azulgranas se van contentos por el resultado y los madridistas deberían hacerlo también porque han sabido plantarles cara. Sólo les ha faltado un poco más de posesión, los contragolpes y las ocasiones han sido casi todas del equipo merengue pero aun así a los blancos les ha faltado un poco de jerarquía en la posesión (un Cesc, un Silva o algo así). Ronaldo ha estado muy bien tras más de un mes de inactividad y su cambio por Benzemá, que poco ha aportado, se ha notado. Kaká ha estado muy bien en el desborde pero muy chupón y poco resolutivo de cara a portería. Messi ha hecho un partido discreto, ha estado implicado y con cierto desborde pero no ha sido el jugador de otros encuentros. E Ibrahimovi ha sido decisivo, tanto en el gol como en su incidencia en el juego, muy superior a la de Henry. No quiero terminar este artículo sin referirme a Puyol, quien para mi ha sido la clave para que el Barça se vaya a casa con los tres puntos. Y esta es mi calificación de los jugadores del 1 al 3, al término del partido.
Barcelona: Valdés (2), Alves (1), Abidal (1), Piqué (2), Puyol (3); Keita (1), Busquets (2), Xavi (2), Iniesta (2); Messi (1) y Henry (1) -Ibrahimovic (2)-.
Real Madrid: Casillas (1); Ramos (1), Arbeloa (1), Pepe (1), Albiol (2); Higuaín (1), Xabi Alonso (2), Lass (2), Marcelo (0); Kaká (2) y Ronaldo (2) -Benzemá (1)-.



Mi alineación del Real Madrid para hoy en el Camp Nou es la siguiente:

Casillas; Ramos, Pepe, Albiol, Arbeloa; Granero, Xabi Alonso, Lass, Marcelo; Kaká, Higuaín. Es decir, un 4-4-2 con posibilidad de 4-5-1 poblando el centro del campo y sala de máquinas blaugrana. Cristiano Ronaldo y Raúl preparados para salir en la segunda parte.

Mañana se juega el clásico. El clásico de la Liga por antonomasia, que es el Barça-Real Madrid. Mi opinión es que el equipo azulgrana ganará sobradamente si quiere, si pone interés en manejar el partido y en controlarlo. Pellegrini ha dicho que el Madrid no es el Inter, pero eso no me tranquiliza mucho. ¿Eso quiere decir no es tan bueno como el campeón y líder del Calcio? ¿Eso quiere decir que no jugarán como contra el Alcorcón o como el pasado miércoles frente al Zurich? En este tipo de encuentros es bien sabido que los futbolistas se transforman, la motivación es alta y cualquier cosa puede pasar. Pero para que cualquier cosa pase el Real Madrid tendrá que hacer algo, tendrá que tener un plan y ese debe ser mejor que el del Barça, y el plan del equipo de Guardiola ya sabemos cual va a ser: quedarse con la pelota y controlar el juego hasta la desesperación del rival. Entonces si el Barcelona tiene la pelota el Madrid qué tiene: tres balas. Kaká, Benzemá y Cristiano Ronaldo, aunque el portugués igual no está para jugar todo el partido y comparte minutos con el Pipita Higuaín. Si eso sucede, para que el equipo blanco sea una amenaza precisa de suministradores de balones y quiénes tiene el Madrid para hacer eso: Xabi Alonso y...nadie más. Con Guti descartado para el choque, parece mentira que un club como el de Concha Espina no tenga los jugadores adecuados para hacer ese fútbol de dominio o de contragolpe que necesita en el Camp Nou. Lo duro es que los blancos aunque quieran no podrán imponer su fútbol. Además, aventuramos un estrecho marcaje de Lass a Xavi Hernández hasta los vestuarios para cerrar el grifo al equipo catalán. Lo que ocurre es que el Barça tiene otros recursos de los que carece el equipo blanco. Iniesta, Busquets, Márquez y hasta Piqué pueden formar el rondo que usan los culés antes de atacar con los Messi, Henry e Ibrahimovic... o Pedrito. Por contra si los azulgrana taponan a Xabi Alonso y dado que convenimos que no hay más jugadores aptos para la distribución ¿quién tendrá el dominio del balón y por tanto del juego? El Barça. Por tanto, mucho me temo que el Madrid jugará "a lo Inter" con la salvedad de que en lugar de Etoo juega Benzemá, en lugar de Diego Milito lo hará un tal Kaká y en vez de Zanetti intervendrá alguien llamado Cristiano Ronaldo. Que Dios coja confesados a los blancos, que en fútbol todo puede pasar.

No entiendo la fijación de gran parte de la prensa con Raúl. El continuo debate en torno al "7" blanco es aburrido a más no poder, además de injusto con uno de los jugadores que más y mejor ha defendido la camiseta del club de Concha Espina. Raúl González Blanco, ganador de tres copas de Europa con el Real Madrid, además todos los trofeos habidos y por haber -salvo la Copa del Rey (sic) y el Balón de Oro-, es un claro caso de la forma de proceder de quienes vivimos en este país. La envidia y un cierto hastío hacia el héroe están haciendo que desde diversos foros se pretenda llevar a los aficionados a repudiar a una leyenda. Raúl tiene 32 años y un instinto y una forma física envidiable para jugar al fútbol, pero sucede que lleva desde los 17 en el primer equipo y alguna gente está cansada de verle en las páginas de los periódicos, de coleccionar su cromo cada temporada, y de verle en el campo hacer lo que mejor sabe hacer. Muchos no han demostrado todavía que sepan hacer su trabajo mejor que él pero de cualquier manera siempre es juzgado con severidad, a pesar de haber marcado 18 goles en cada una de las dos últimas ligas. Muchos goles para el jugador presuntamente acabado que algunos quieren dibujar. De otro modo no se entiende que mientras que Benzemá y Kaká siguen sin dar el rendimiento esperado, sea la obsesión por sentar a Raúl la que presida muchos debates. En otras ligas jugadores legendarios como Del Piero (Juventus), Giggs y Scholes (Manchester) son venerados y tratados con respeto. Por supuesto, que poco a poco deben dejar paso a nuevos talentos con todo el futuro por demostrar, pero es injusto tratar de modo ruín a quien tanto a dado al fútbol y a una camiseta. Cualquiera no vale para heredar la camiseta blanca del "7". La de Juanito, Butragueño y Raúl.



El empate sellado ayer en el partido entre el Liverpool y el City deja a las claras que el proyecto de Rafa Benítez para el ejercicio 2009-2010 se ha quedado en la cuneta a las primeras de cambio. Antes de llegar a diciempre los de Anfield ya saben que no tienen nada que hacer en la larga temporada que tienen por delante, afortunadamente acortada por el Mundial de Suráfrica. El prestigioso técnico madrileño debería analizar de una vez por todas, si es que no le señalan antes la puerta de su casa ("go home"), por qué sus equipos fallan una vez tras otra en la Premier. Y no vale hablar de presupuestos, porque el Arsenal con menos dinero hace campañas tan meritorias como los diablos rojos y con menos dinero. Y el Manchester United, que este año ha vendido a Cristiano Ronaldo y Tévez, se mantiene como perseguidor del gran Chelsea de Carlo Ancelotti. Uno veo jugar al Liverpool y lo cierto es que no dice nada. Tan sólo unos voluntariosos futbolistas con un gran vigor y en un gran estado de forma persiguiendo una pelotita sin dar un segundo de tregua, pero sin una gota de talento. Ese es el equipo que ha conformado Benítez. Un plantel muy disciplinado, muy enérgico pero carente de improvisación, fantasía y desequilibrio. Y es el equipo que ha querido hacer Rafa. Con Aquilani en la enfermería y con todo por demostrar en el fútbol inglés, es cierto que las ausencias de Gerrard y la de Torres son difíciles de disimular, pero es que tras ellos apenas hay nada: un Benayoun venido a más, un Glen Johnson que sube que te sube por su lateral derecho, un Riera que alterna subidones con fases depresivas y un Kuijt que siempre está pero que no le pidan regates ni visión de juego. Ah, y Mascherano y Lucas Leiva repartiendo juego cuando lo que saben hacer es pasar la aspiradora donde juegan los medioscentros creativos. Me temo que este año el equipo se va a ir al garete y Rafa tiene más cerca que nunca la puerta de salida del viejo estadio de los Shankly, Dalglish e Ian Rush. Sólo la contratación en el mercado de invierno de los dos o tres apliques necesarios para reflotar el barco evitarán su hundimiento.

Hace unos días en una entrevista un experto en fútbol decía que no era el momento de subir a Pablo Sarabia a la primera plantilla del Real Madrid, porque el momento deportivo del equipo no era el mejor y tal y tal. Esta aseveración me llevó a constatar una vez más la resistencia que hay en este país a dar paso a los jóvenes con proyección. Los canteranos ya no tienen que tirar la puerta abajo, como decía Camacho, ahora parece que tienen que tirar la casa entera para poder jugar en el Real Madrid. Eso es lo que pasa mientras que vemos por el campo como vagan supuestos pseudofutbolistas extranjeros que no han demostrado nada como Drenthe. Creo recordar que la Quinta del Buitre subió del filial en el ocaso de la generación de los Juanito, Santillana y Camacho. Y que Raúl fue, con sólo 17 años, quien terminó de ocupar el puesto de Butragueño, lo mismo que Casillas hizo con el gran Bodo Illgner. El problema que ahora parece que hay es que el que se produjo en la primera etapa del tándem Florentino-Valdano, y es que son tan "megaestrellas" los futbolistas que se traen que luego es imposible sentarles. Ahí tenemos a Benzemá que a día de hoy no ha justificado su lugar fijo en el once inicial, y nada menos que en el puesto sagrado de delantero centro del Real Madrid.
Y tenemos el caso de Pablo Sarabia, que es de quien quería hablar. Pablo es todo talento, demostrado desde que ha ido pasando por todas las categorías inferiores del Real Madrid y de la Selección española. En el pasado Mundial Juvenil de Clubes fue elegido mejor jugador, el Arsenal le quiso e hizo una oferta por él pero el ha preferido esperar a su equipo del alma, el club blanco. Tiene 17 años que es una edad a la que los talentos del Barça ya acostumbran a debutar con el primer equipo, pero de momento no ha dado el salto. No anda sobrado el Real Madrid de talentos zurdos que jueguen con habilidad en la banda. Tuvo en esa posición, hace dos años, a otro canterano que ahora triunfa en el Valencia y que quiere media Europa: Juan Mata. Sarabia es otra cosa, es más fantasioso, tiene más cerebro, más destreza a balón parado, más magia... Tiene esa aureola que sólo acompaña a los grandes. Esperemos que el Real Madrid no lo desaproveche. La gente está esperando que salga alguien de la cantera con quien identificarse. Raúl no va a durar siempre.



El gran John Benjamin Toshack inventó una expresión para zanjar cualquier comentario tras un partido desastroso. "No coment". ¡¡¡Qué grande John y cuanto te añoramos!!!

Las declaraciones del brasileño Robson de Souza "Robinho", donde afirma que está "muy contento en el Manchester City" evidencian lo que desde hace semanas es un serial por entregas, que está deseando largarse al Barça para intentar vender allí la cabra que vendió al club del Paseo de la Castellana: ser o mejor do mondo. Vete con ese cuento a otra parte parece que le ha dicho el galés Marc Hughes. El ex delantero azulgrana y entrenador el City está harto del brasileño, cuya irregularidad le hace bascular entre el campo de juego, el banquillo y las espantás a Brasil. A pesar de todo, parece que a Pep Guardiola le gusta y se ha encaprichado por él. Habrá pensado que una línea atacante con Messi, Ibrahimovic y Robinho sería la más virtuosa del mundo mundial. Aunque no se sí el técnico culé habrá previsto comprar un balón para cada uno de ellos. Es un buen delantero Robinho cuando está centrado. Un buen delantero, sin más. Bueno para cuatro millones de euros, pero muy malo para cuarenta. Yo no pagaría nunca esa cantidad por un suplente de un equipo de media fila de la Premier.

El gol de Gallas en el partido de clasificación disputado entre Francia e Irlanda para acceder al Mundial de Suráfrica pasará a la historia de la infamia futbolística. El jugador francés marcó gol prácticamente en la línea gracias a un pase del delantero azulgrana Henry después de haber controlado el balón con la mano. Toda la línea defensiva irlandesa alzó los brazos para reclamar la infracción, el cuarto árbitro la vio también y el propio Henry ha reconocido horas después de que tocó la pelota con la mano porque de lo contrario se le hubiera escapado fuera. Aun así, el árbitro dio por válido el gol. Es cierto que el colegiado no vio esta infracción del reglamento (de lo contrario sería más grave todo lo que estamos hablando), pero no puede ser que en pleno siglo XXI algunos puristas del juego continúen resistiéndose al uso de las nuevas tecnologías para resolver estas situaciones. Situaciones como la que supone la clasificación de todo un país, en este caso Francia o Irlanda, para un Mundial, que es algo así como el acontecimiento cósmico del deporte rey. Irlanda ha pedido la repetición del partido, pero dudo de que el francés Michel Platini accede a ello, a pesar de que es una posibilidad contemplada para situaciones in extremis. De modo que Francia jugará el Mundial injustamente y los irlandeses apagarán el televisor los días del campeonato para no sulfurarse aún más por esta nueva estafa.

La revista France Football acaba de publicar la lista de aspirantes al Balón de Oro con el que se reconoce al mejor futbolista del momento. Mi propuesta, lejos de las mediáticas, pasa por entregar el título este año al centrocampista español Xavi Hernández. Ganador de cinco títulos este año con su club y de una Eurocopa de naciones, no hay ningún otro jugados en el planeta que pueda acercársele ni discutirle en cuanto a rendimiento. No es un jugador de quiebros ni de requiebros, pero hoy por hoy, es el futbolista que mejor entiende y juega a este deporte. Distribuye, organiza, golea y defiende con una calidad que nos recuerda a los mejores: los Platini, Sócrates, Zidane... No se puede decir que Messi ni Cristiano Ronaldo sean más merecedores del trofeo que este año debería ir al mejor jugador de la Eurocopa y de la final de la Champions. Luego está el caso de Andrés Iniesta. ¿Que tiene que envidiarle a estos dos anteriores aparte desu cuenta corriente?