El gol de Gallas en el partido de clasificación disputado entre Francia e Irlanda para acceder al Mundial de Suráfrica pasará a la historia de la infamia futbolística. El jugador francés marcó gol prácticamente en la línea gracias a un pase del delantero azulgrana Henry después de haber controlado el balón con la mano. Toda la línea defensiva irlandesa alzó los brazos para reclamar la infracción, el cuarto árbitro la vio también y el propio Henry ha reconocido horas después de que tocó la pelota con la mano porque de lo contrario se le hubiera escapado fuera. Aun así, el árbitro dio por válido el gol. Es cierto que el colegiado no vio esta infracción del reglamento (de lo contrario sería más grave todo lo que estamos hablando), pero no puede ser que en pleno siglo XXI algunos puristas del juego continúen resistiéndose al uso de las nuevas tecnologías para resolver estas situaciones. Situaciones como la que supone la clasificación de todo un país, en este caso Francia o Irlanda, para un Mundial, que es algo así como el acontecimiento cósmico del deporte rey. Irlanda ha pedido la repetición del partido, pero dudo de que el francés Michel Platini accede a ello, a pesar de que es una posibilidad contemplada para situaciones in extremis. De modo que Francia jugará el Mundial injustamente y los irlandeses apagarán el televisor los días del campeonato para no sulfurarse aún más por esta nueva estafa.