Míster Balón

Copérnico lo dijo primero, Galileo lo propagó: "La tierra es redonda, igual que un balón de fútbol".

El Valencia se enfrenta hoy en día a una gran encrucijada. Una vez metido el equipo, otra vez, en la Liga de Campeones, debe hacer frente a una deuda mayúscula que amenaza con acabar con el club. De hecho, de no ser por la disponibilidad de su principal acreedor, Bancaja, ya habría declarado suspensión de pagos. Las deudas acechan y Fernando Gómez está haciendo lo que debe, colocar a jugadores en el mercado y fichar futbolistas a coste mínimo. De momento, han salido Zigic (7 millones), Moretti (2) y Villa (40), total: 49 millones de euros. Y han llegado los centrocampistas Feghouli (libre) y Topal (4,5), y el central Ricardo Costa (libre). Esa es la línea marcada por su presidente, contrataciones a precio mínimo, como Dealbert, David Navarro, Bruno o el Chori Domínguez, y traspasos que dejen dinero a la entidad. Los nombres que más suenan para salir son los de los cotizados Silva y Mata. Si yo fuera Fernando Gómez vendería a Mata e intentaría aguantar a Silva (24 años) otra temporada, en previsión de que su cotización se mantendrá, mientras que por Mata, internacional novel y tras una buena temporada, se puede buscar un traspaso ventajoso en torno a los 20 millones. Barcelona, Arsenal y Liverpool están interesados en el punta criado en la ciudad deportiva del Real Madrid. Luego está el caso de Joaquín (una de las fichas más altas de la plantilla junto a Albelda), quien pese a protagonizar grandisimos partidos en Mestalla también ha tenido graves altibajos y ha sido sobrepasado en la banda derecha por el canterano internacional valenciano Pablo Hernández. La baja de Joaquín no sólo es recomendable por lo que pueda dejar en el club, sino por lo que libera de ficha. Por 12 millones de euros se le pueden encontrar pretendientes en diferentes clubes europeos. A Moyá también hay que buscarle salida, quizá en la Premier, donde no abundan porteros de gran solvencia. La contratación de Moyá la temporada pasada, por cinco millones, fue un error y cuanto antes se le ponga en el mercado menos se depreciará. Además el club puede recuperar a Renan, que en absoluto es peor que el balear. Marchena, Miguel y Fernandes son otros futbolistas a los que habría que dar salida, dentro de la nueva realidad del club. Los valencianistas precisan de futbolistas con bajas fichas, comprometidos con el proyecto deportivo y con una carrera por delante para demostrarlo todo. En definitiva, que puestos a recortar los valencianistas tienen mucho donde hacerlo.

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