Al final, el Barça, nada más y nada menos, es quien ha fichado a Ibrahim Afellay. El club catalán ha fichado bueno, bonito y barato... pero ¿para qué?. Para ampliar su fondo de armario. El nuevo jugador azulgrana puede jugar de interior o de extremo, pero nada que ver con Xavi Hernández ni con Thiago Alcántara (el crack del futuro y de hoy). Mucho me temo que Afellay llega destinado a potenciar las bandas derecha (la de Pedro y la de Messi) y la izquierda (la de Iniesta y la de Adriano), pero que su destino final será el banquillo. Vamos, que no es Navas ni Di María. No le veo mayor calidad que Jeffren ni más capacidad goleadora que Nolito, sin embargo puede que Guardiola haya considerado necesario incorporar a un efectivo más a su corta plantilla. Para ello, pagar tres, cuatro o cinco millones en el mercado de invierno es un precio muy asequible. La pregunta del millón es ¿por qué ningún club europeo quiso pagar hace cuatro meses los seis o siete millones que hubiera costado el holandés en verano?