Minuto 94 en San Siro. Benzemá hace un pase interior al costado derecho del área y Pedro León empala el balón que pasa por debajo de las piernas de Abiatti y se introduce en la portería. El partido finaliza dos a dos tras una remontada in extremis del Milan, con la ayuda estimable de Howard Weeb (el árbitro que todo lo consiente, incluso la patada de De Jong a Xabi Alonso en el Mundial). Pedro León, que había entrado minutos antes, se ve abrazado por sus compañeros y felicitado por su técnico José Mourinho. El murciano, que no es Zidane ni Maradona como le recordó su entrenador, ha salido de la cueva para dar un valioso empate al equipo blanco que lo sitúa ya en octavos de final de la Champions. León (un jugador necesitado de un constante apoyo y confianza en sus posibilidades) ya puede sentirse, de nuevo, futbolista del Real Madrid. Vuelve a estar dispuesto para competir y demostrar su enorme clase.