A mi tampoco me gusta Mou. Un buen entrenador, como muchos, que engrandece sus victorias y devalúa sus derrotas con zafias excusas de mal perdedor. El técnico portugués José Mourinho es un entrenador insoportable al que sólo aguantas si tu equipo gana. Si tu equipo hace el juego que hizo el Real Madrid ayer ante el FC Barcelona y luego le escuchas sus exabruptos y rajadas, entonces descubres que no hay justificación posible para tener a un impresentable como este en tu club, más cuando ese club es el Real Madrid, institución sacrosanta en el mundo del fútbol que encarna unos valores que no merecen tener a tal personaje como entrenador-portavoz-jefe-amo del calabozo. El juego del equipo blanco ayer sólo es justificable si ganas o pasas la eliminatoria, porque para jugar al estilo Maguregui (el del autobús), ya teníamos al Maguregui original, no hacia falta una copia maleducada. El Madrid jugó ayer un pésimo partido, con todos los jugadores atrás como un equipo menor, sin presión en el campo blaugrana (al contrario que en el partido de Copa) y con la única misión de no encajar un gol e intentar hacer daño en las contras. Esa era la estrategia del mago Mourinho, y le salió mal. El luso es un técnico resultadista, eso no es ningún descubrimiento, no es un entrenador que busque por encima de todo el buen juego de su equipo. Quiere ganar y está en su derecho, pero que nadie se engañe buscando buen fútbol. Como he comentado antes el Madrid no jugó a nada y en el minuto 60 le expulsaron a Pepe por una plancha a Dani Alves. Una expulsión rigurosa, merecedora de amarilla con independencia de que luego el brasileño fingiera más de la cuenta. Ahora lo que sucede después es mas que injustificable. El técnico portugués se encrespa con el árbitro y es expulsado, luego se coloca en uno de los primeros asientos de la grada y no para de hacer muecas hasta que termina el partido. Renuncia a hacer cambios cuando el partido está como está con el 0 a 0, a pesar de la expulsión de Pepe y la necesidad de hacer un reajuste. A partir de ahí todo se convierte en una bronca monumental para justificar el espantoso partido del Real Madrid y de los dos goles de Messi. Dos golazos. Luego en sala de prensa dispara con metralleta para que nadie cuestione su trabajo y todos hablen del escándalo del árbitro. Que nadie hable de qué hacían en el banquillo los tres nueves que exigió en enero (Higuaín, Benzemá y Adebayor). Está claro que Mourinho es un técnico resultadista que no es capaz de justificar más que con excusas estos mismos resultados cuando vienen mal. Cuando vienen bien entonces todo responde a su gran categoría de entrenador. Y ese es, desgraciadamente, es el juego en el que algunos medios de comunicación han entrado de un tiempo a esta parte, amparados en el forofismo más zafio. Después de todo esto a estos mismos medios les tocará rehacer todo su discurso en base a la Copa del Rey lograda meritoriamente. Ya verán como algunos medios de comunicación la harán parecer más importante o al menos más significativa que la Champions. Una pena.