Busquets es uno de esos futbolistas que a los contrarios más ganas dan de reventar con una falta fuera de lugar en el centro del campo. Los motivos son fáciles de entender. Está en todos lados, en todas partes. Allá donde hay lío allí está "Busy" siempre atento al cruce, al robo del balón, a imponer su cuerpo, a robar por alto, por bajo, por el centro. Si hay que dejar el pie en algún sitio también está Busquets, si hay alguien en el suelo ese es el bueno de "Busy", un pedazo de pan según sus compañeros. Un auténtico c... según sus rivales. El joven centrocampista azulgrana jugaba de delantero centro cuando Pep Guardiola lo rescató del filial para convertirlo en el medio centro defensivo más listo, más espabilao del fútbol español. Un jugador que conjuga la picardía del punta con el rigor del defensa central. Por eso "Busy" juega de centrocampista, porque ni lo uno ni lo otro, sino que todo al mismo tiempo.